Seguramente
si andas pendiente de mejorar tu cuerpo, perder peso, quemar grasa y esos etc.
del fitness llega un momento donde sientes que a pesar de tu mejor esfuerzo,
las cosas se paralizan. Sigues dándole duro en el gimnasio, comes bien, tomas
agua, descansas pero nada. Los números no se mueven. Andan ahí, igualitos.
Esto
es lo que se llama la meseta o plateau
de pérdida de peso. Y es justamente lo que su nombre indica, un lugar plano
donde no hay subidas ni bajadas. Y si tu objetivo era mantenerte sano y fino,
listísimo, uno diría que llegaste a él. Pero si no es ese, si quieres más, por
supuesto que te sientes estancado, y frustrado.
Pero
no es algo eterno. La meseta es simplemente un llamado a apretar las tuercas, a
cambiar estrategias, a volver a enamorarte del plan. Y aquí te digo las
estrategias que puedes usar.
Primero,
revisa tu plan. Esto es importante porque muchas personas dicen "yo quiero
perder peso y por eso como sano", que está genial, pero la verdad es que
comer sano lo debes hacer todo el tiempo, independientemente de tu objetivo. Si
quieres un objetivo preciso (perder
peso, quemar grasa, ganar masa muscular) debes tener un plan preciso para eso.
Si no lo tienes, si comes sano intuitivamente, quizás es hora de que aprietes.
Es decir, que te busques un plan donde manejes los macronutrientes directamente
hacia tus objetivos.
-Usar
el método del zig zag o Carb Ciclyng: Esto es simplemente subir y bajar calorías o
macronutrientes dependiendo de tus objetivos. Por ejemplo, los días donde
entrenas duro con pesas y sesiones de cardio intensas, subes tu consumo de
carbohidratos y/o calorías. El día que haces sólo cardio bajas un poco los
carbos. El día de descanso los bajas más. Tom
Venuto tiene información muy buena sobre este método. Y Chris
Powell también habla de Carb Ciclyng
en este artículo. Lo importante es que para esto tienes que tener un plan ya
definido, saber tus "números" (tus macronutrientes) y entender que
son parte de un contínuo. Es decir, no vale hacer tres días de Carb Ciclyng y
cuatro de comer sin restricción.
-Cambiar
tus ejercicios y/o subir la intensidad:
Yo siempre digo que el cuerpo se acostumbra a todo, y a lo bueno más. Y el
ejercicio es un ejemplo de cómo te puedes acostumbrar a lo bueno. Porque al
principio te puede costar un camión pero al rato, así todavía estés jadeando,
tu cuerpo dice "nada, este baile me lo sé". Y no digo que se
acostumbre de día a día, es un proceso. Por eso es bueno cambiar de entrenamiento
cada 4 o 6 semanas. Prueba otros movimientos de pesas, súbele el peso a lo que
ya levantas, prueba un cardio más intenso. Si por ejemplo venías haciendo
cardio tradicional, estático, incluir dos sesiones de HIIT pueden hacer
maravillas para arrancar -de nuevo- los motores. O cambiar tu rutina de pesas
por unos entrenamientos metabólicos, o unas clases de crossfit.
Subirle la intensidad, claro, de acuerdo a tu nivel de fitness. No puedes
cambiar de una clase suave de zumba a un bootcamp para avanzados, no?
-Tómate
un descanso: Suena un poco raro si estamos hablando de fitness y pérdida de
peso, pero si, muchas veces tenemos que tomarnos un descanso. Pero esto aplica
para aquellas personas que ya llevan meses en un plan de entrenamiento. Es
decir, si ya llevas 12 o más semanas en un plan real -con alimentación y
ejercicio dirigido, no a lo loco- unos días de descanso le servirán a tu cuerpo
como de receteo. Como un spa sin
gastarte un duro. Ojo, no digo que en este descanso sea echarte en el sofá a no
hacer nada más que comer hamburguesas. No. Sigue con tu alimentación saludable.
Camina, da una vuelta, pero tómate una semana de olvidarte de todo. Luego
volverás con las pilas súper recargadas!
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