En el blog me encanta hablar sobre las maneras de
subir el metabolismo, comer más cosas buenas, hacer ejercicio, etc. Es común
escucharnos, o excusarnos, sobre nuestro sobrepeso diciendo “es que yo tengo un
metabolismo lentísimo”. Paradójicamente, nadie se lo ha medido, pero hacemos
esa aproximación a dedo. ¿Por que? Normalmente porque queremos comer una pizza
triple queso a las 10 de la noche y seguir delgados el resto de la vida. La
cosa, lamentablemente no funciona así. Comer mal engorda hasta a los niños, y
vamos a estar claros, ellos SÍ tienen ese metabolismo virgen.
Al igual que podemos hacer cosas para subir la
temperatura en nuestro horno interno, hay cosas que hacemos que simplemente nos
friegan la patineta. Es decir, nos saboteamos haciendo justamente lo contrario
a lo que deberíamos hacer para que nuestro metabolismo funcione como debe ser.
Dejando de lado casos clínicos y enfermedades
(como el hipotiroidismo) hay cinco cositas que debemos evitar para poner
nuestro cuerpo como carro cero Km. Hasta oliendo a nuevo:
-Evitar comidas azucaradas y refinadas: Un no-brainer. Las comidas con azúcar y
harina refinada se digieren de manera rápida en nuestro cuerpo, y son menos las
calorías que utilizamos en el proceso de digestión. Estas comiditas son las que
rápidamente se asientan en tu panza, revolveras, etc. Ojo comerte un dulce de
vez en cuando no está mal, pero debes ser conciente del “de vez en cuando”.
-Mucha caña: Me encanta la birra, cierto, pero hay
que tenerle respeto. El alcohol deshidrata lo que hace el proceso metabólico
mucho más lento. Además, las grasas se procesan
el hígado y el pobre va a estar muy ocupado tratando de limpiarle todas
las toxinas que le metiste con esos “palitos”. Así que deja la grasa, y demás
procesos de limpieza para más tarde. Resultados: cauchos. Un
copita/birra/coctelito de vez en cuando no esta mal (Es mas bueno que el
carrizo en realidad) pero hay que tratar de hacerlo una o dos veces a la semana
máx.
-Comidas muy grandes “porque estoy muerto del
hambre”: Llegar al almuerzo sin haber desayunado o a la cena sin haber cenado,
es la receta perfecta para el fracaso. En serio. Tu cuerpo quema calorías
cuando come, así que si lo alimentas varias veces al día de la manera correcta,
vas a comer justo lo que te toca. Pasar ese bojote de horas sin meterte nada en
la barriga lo que logrará es que te comas una comida gigante cuando puedas,
haciendo que tu cuerpo utilice sólo lo que necesita, y el resto lo guardará
como grasa.
-Hacer dietas locas: La dieta del melón en ayunas
a las 10 de la noche funciona. Te vas a poner flaco como perro de rancho. Pero que
Dios te salve que pases frente a una panadería. Sólo el olor te va a engorar.
Esa costumbre de hacer crash diets
para perder “rápido esos kilitos” es una receta para “ganar el triple esos
kilitos” una vez que te salgas de ella. Tu cuerpo no sabe que estas en una
dieta, el tiene es hambre y punto. Cuando le vuelvas a dar nutrientes como es
debido, va a guardarlo todo en grasa ¿por qué? Porque la grasa es combustible y
tú lo acostumbraste a no llenar el tanque. Es como un camello que bebe agua en un Oasis,
toma bastante por si acaso no vuelve a ver. Tu cuerpo guardará bastante grasa,
no vaya a ser que vuelvas a la dieta del melón a las 10 de la noche.
-No hacer ejercicio: Esto es tan no brainer como
el primer punto. La vida sedentaria hace que el metabolismo se “apendejee”. Si
no te mueves, el va a utilizar sólo las calorías necesarias para el poco
movimiento que tengas (prender la TV, escribir en la compu, manejar, etc). El
resto de las calorías, grasita directa a tus zonas menos predilectas. Hay que
hacer ejercicio, y del bueno: aeróbicos y pesas.
La próxima vez que pienses en lo lento de tu metabolismo,
trata de hacer el chequeo de esta lista. Si le das check a varios, es hora de
cambiar (¡y nunca es tarde!) Recuerda que pequeños cambios son grandes pasos
para tu salud.